sábado, 28 de marzo de 2015

Emakumeen mapa Politikan

Mapa de las Mujeres en Política (2014)

El Mapa 2014 de las Mujeres en Política, lanzado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres muestra que, si bien los avances en la participación política de las mujeres siguen siendo muy positivos en todo el mundo, los techos de cristal continúan firmes para las mujeres en los niveles más altos. 




Emakumeen historia

Historia de mujeres

Una de las fotografías expuestas en la muestra, que refleja la incorporación de la mujer al mundo laboral industrial. 

El Archivo Provincial rastrea dos siglos de presencia femenina en Alicante
Hay curiosos documentos como cartas de concesión de libertad fechadas en el S.XVIII
También certificados de limpieza de sangre para poder casar a la hija de un conde

La historia, escrita tradicionalmente por hombres, ha recogido en muy escasas ocasiones la presencia de mujeres, con excepción de las reinas y de algunos nombres que lograron destacar -con gran esfuerzo- en algún ámbito cultural.
Para contribuir a escribir el relato femenino a lo largo de los siglos, el Archivo Histórico Provincial de Alicante (AHPA) ha organizado la exposición "Historias de mujer: siglos XVIII-XX", que se podrá visitardurante marzo y el próximo abril.

Una típica escena social alicantina del S.XIX 
La muestra, inaugurada a principios de mes por la directora general de Cultura, Marta Alonso, presenta las fuentes sobre la mujer con las que cuenta el Archivo, así como una selección bibliográfica y cartelística de la colección de la Biblioteca de la Dona, que sirve como complemento para interpretar los documentos, a la que se suma la indumentaria de época cedida por el Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar de Pusol de Elche.
La exposición plantea un recorrido a lo largo de los dos últimos siglos donde analiza la situación de la mujer en el ámbito laboral, social y cultural. Además, en un último bloque monográfico, ofrece una selección gráfico-bibliográfica de la Biblioteca de la Dona.
En el apartado cultural, el análisis de las firmas de mujeres en protocolos notariales permiten, por ejemplo, comprender su progresiva alfabetización. También hay libros de registro de títulos administrativos de maestrasexpedientes procesales de mujeres durante las primeras épocas del franquismo, documentación de las actividades realizadas entre 1940 y 1974 por la Sección Femenina de la Falange Española o archivos fotográficos sobre escuelas unitarias de niños y niñas, promovidas por la Ley General de Educación de 1970. Así, hasta llegar hasta finales del siglo XX, caracterizada por la activa preocupación en este periodo, por la formación de las mujeres. Esto se observa a través de las autorizaciones administrativas de conferencias y de charlas diversas concedidas por el Gobierno Civil, que también muestran el acceso en igualdad estadística con los hombres a los estudios universitarios superiores.

Imagen de la exposición. 
En el terreno laboral, hay documentos en esta muestra que reflejan una dramática realidad: la esclavitud en el siglo XVIII, presente en formas de cartas de libertad. Además, en aquella época, las únicas mujeres que figuran con una profesión en las escrituras notariales sonsirvientas amas de servicio. Poco a poco, se van viendo cambios. En el siglo XIX hay expedientes administrativos de las maestras nacionales, una profesión que se convertiría en tradicional para ellas, junto con otras como las dematrona. La incorporación femenina que promovió el desarrollo industrial, en el siglo XX, se puede interpretar a través deexpedientes penitenciarios, en los que ya aparecen profesiones como los de zapateras, jugueteras, metalúrgicas, cortadoras, aparadoras, telefonistas, peinadoras, modistas, sastresas...También se aprecia la incipiente actividad de la mujer en el mundo empresarial en los libros de registros de contribuyentes, así como su aterrizaje en el espacio público, en la administración o la política. La información sobre este último aspecto lo aporta, por ejemplo, el fondo de la Junta Electoral Provincial.
Otro escenario de estudio es la situación de las mujeres en la sociedad fuertemente patriarcal anterior al siglo XIX, con cartas de recibos de dote, escrituras notariales sobre conventos femeninos (la opción escogida por muchas hijas de la baja nobleza o la burguesía alicantina) o documentos tan curiosos como la acreditación del Conde de Casa Roja de la limpieza de sangre de su hija María Luisa Rojas, con el fin de que pueda contraer matrimonio.


Emakumeen gorputza



EL CUERPO DE LAS MUJERES


“Las mujeres reales, están desapareciendo de la televisión y son reemplazadas por una representación grotesca, vulgar y humillante”.
El documental titulado El cuerpo de las mujeres sobre la presencia de la mujer en la televisión italiana muestra como se va reduciendo y degradando a las mujeres a un mero objeto decorativo. Viéndolo me vienen a la mente una vez más las palabras de Casilda Rodrigañez: tenemos la violencia tan interiorizada que ni siquiera somos conscientes de ella.
Así son las propias mujeres las que se van sometiendo a cirugías y retoques cada vez más terribles, y que vistos en perspectiva producen un resultado grotesco: todas las mujeres terminan teniendo la misma cara, las mismas tetas, la misma delgadez. Ni rastro de arrugas o canas. Subidas a los mismos tacones,  con la misma sonrisa bobalicona, imagen de un pensamiento único que requiere también un cuerpo único. No hay lugar para las mujeres mayores, menos aún para las viejas y libres.
No dejes de ver el documental El cuerpo de las mujeres  a continuación: dura 25 minutos y es buenísimo, tristísimo, y absolutamente necesario.  Sigamos tomando conciencia, profundizando, y debatiendo: se necesita y se les agradece. No lo debería ver sólo las mujeres: desde la niñas a las adolescentes o madres que buscan figuras a imitar en la televisión, sino también la humanidad en general.
Encontrado en el interesante blog de Ibone Olza.

EL CUERPO DE LAS MUJERES es el título de nuestro documental de 25 minutos sobre el uso del cuerpo de la mujer en la televisión. Empezamos de una urgencia. La constatación que las mujeres, las mujeres reales, están desapareciendo de la televisión y que son reemplazadas por una representación 


lunes, 23 de marzo de 2015

EMMY NOETHER (1882 - 1935) MATEMATIKA

EMAKUME ZIENTIFIKOAK



EMMY NOETHER (1882 - 1935)

Emmy Noether jatorri judutarreko matematikari alemaniarra eta XX. mendeko pertsonalitate matematiko garrantzitsuenetariko bat izan zen. Gaur egun munduan zehar pertsona askok berak Algebran egindako lanari jarraipena ematen diote.
Emmy Amalie Noether 1882ko martxoaren 23an Erlangenen (Baviera) jaio zen. Erlangeneko Unibertsitatean 984 ikasleen artean bera neska bakarra izan zen. 1903an, Gotingara eta 1904an Erlangenera joan zen eta inbariante teoriari buruzko doktoretza egin zuen. 1907an “cum laude” doktoretza gradua lortu zuen memoria“forma bikoadratikoa hirutarrentzako inbariante sistema osoari buruz” izenburua zeukanarekin. Memoria hau 1908an argitaratu zen.
Emmyri buruz Jean Dieudonnék esan zuen “bere garaiko matematikaririk onena eta XX. mendeko matematikaririk onenetako bat (gizona ala emakumea)” izan zela. Moskuko Sozietate Matematikoan, bere lagunak, Pavel Sergeevich Aleksandrov (1896-1982), honela gogoratzen zuen: “Emmy Noether emakume matematikaririk handiena izan zen, zientzialari izugarria, irakasle itzela eta pertsona ahaztezina”.
Inbariante algebraikoei buruzko bere lehen espezializazioaren bitartez, energiaren kontserbazioaren problema ebazten baimendu zuten erlatibitatearen teoriarentzako funtsezko bi teorema (Fisikoek “Noetherren Teorema” deituta) demostratzea lortu zuen.
Bere ekarpenik inportanteenak ikerketa matematikoan axiomatizazioari buruzkoak eta eraztunen, moduluen, idealen, eragileekin taldeen, etab. teoria algebraikoa izan ziren. Horregatik noether eraztunek, noether taldeek,... bere izena daukate.
Hogeigarren hamarkadan Algebraren funts batzuk aldatu zituzten ikerketa batzuk egiten hasi zen. Bere publikazioak nahikoak izan ziren Matematikan bere ekarpenak itzelak izan zirela esateko. Hala eta guztiz ere, inoiz ez zitzaion argitaratzea arduratu eta, bere kideei eta ikasleei, berak egiten zizkien iradokizunetik hasita, emaitza interesgarriak garatzen utzi zien.
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Noether



Emmy Noether

(Amalie Emmy Noether; Erlangen, Alemania, 1882 - Bryn Mawr, Estados Unidos, 1935) Matemática alemana. Hija del eminente matemático Max Noether, hubo de asistir a las clases impartidas por su padre como oyente, dada la imposibilidad de matricularse en la universidad por su condición de mujer.
Finalmente fue admitida en Erlangen, donde en 1907 se doctoró con un célebre trabajo sobre los invariantes; sus estudios en este campo fueron inmediatamente apreciados por Albert Einstein, que se serviría de sus aportaciones para la formulación de algunos aspectos de la relatividad general. David Hilbert la invitó a impartir una serie de conferencias en Gotinga, pero la oposición de parte del profesorado únicamente le permitió acceder a un puesto no oficial de profesora asociada.
La ascensión de los nazis al poder forzó su exilio en Estados Unidos; se estableció en Nueva Jersey, donde prosiguió con sus trabajos en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton y como profesora en Bryn Mawr.
Las investigaciones de Emmy Noether ejercieron una amplia y profunda influencia en el desarrollo del álgebra moderna y de la topología. Noether estudió los conceptos matemáticos de anillo e ideal, unificó en un solo cuerpo teórico las diferentes aproximaciones anteriores y reformuló en el marco del mismo la teoría de los invariantes algebraicos; dotó de ese modo de un nuevo enfoque a la geometría algebraica.
Noether



jueves, 19 de marzo de 2015

Neskek ahal dute

                                      LAS NIÑAS PUEDEN

       

ttp://www.lasninaspueden.cl | ComunidadMujer

Esta campaña es una invitación a tod@s los que se sienten llamados a aportar para que la igualdad desde la infancia sea un objetivo prioritario y, así, podamos cambiar el destino estereotipado de las niñas y los niños. 

lunes, 16 de marzo de 2015

El amor y los duelos

El amor no dura para siempre: acéptalo y elige el duelo corto

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Por Coral Herrera Gómez
El amor no es eterno, ni dura para siempre. Todo el mundo lo sabe, es una realidad constatable que la gente se junta y se separa en todo el planeta, y las estadísticas de divorcios y segundas y terceras nupcias nos lo demuestran: el amor empieza, cambia, se extingue, muta, evoluciona, o se estanca. A veces dura una noche, otras veces meses o años de nuestra vida: unas relaciones funcionan a las mil maravillas, otras mejoran con el tiempo, otras se deterioran, y otras, simplemente, no funcionan, o dejan de funcionar.
Sin embargo, y aunque lo tenemos muy claro en la teoría (el amor dura lo que dura), nos cuesta mucho separarnos de la gente a la que amamos. Nos duele en el alma si nuestro amor no es correspondido, o cuando nuestro amado o amada nos comunican que ya no quieren estar con nosotras. Todos sufrimos cuando se acaban etapas de nuestras vidas, pero hay gente que malgasta años de su vida hasta que logra aceptar la ruptura. Las claves de este sufrimiento horroroso están en nuestra cultura: vivimos en un mundo basado en la idea del éxito y el fracaso, el egoísmo y el egocentrismo, el miedo a la soledad, y además tenemos serias dificultades para aceptar la realidad tal cual es.
Los seres humanos posmodernos siempre estamos buscando escapar de la realidad cuando ésta no nos favorece, por eso nos encantan las películas, las novelas, las drogas, las fiestas, los videojuegos, y la magia. También es muy común, en estos tiempos que corren, que nos relacionemos con la realidad tratando de adaptarla a nuestras necesidades, con todas las dificultades y frustraciones que ello conlleva.
Negarse a asumir una ruptura sentimental, por ejemplo, es una empresa inútil, porque no sirve de mucho esforzarse en seguir con una relación con alguien que ya no quiere estar a nuestro lado. Por mucho que soñemos, la realidad sigue su transcurso, implacable, inevitablemente. Si nuestro amado o amada se está desenamorando de nosotras, poco podemos hacer para impedirlo: no sirve ponerse en plan guerrero, ni en modo servil, ni en modo víctima: nadie se queda al lado de alguien que no ama durante mucho tiempo, a no ser que le obliguen .
Ni aunque le pongamos toda nuestra energía y esfuerzo podremos lograrlo: los sentimientos y las emociones surgen y viven libres, y aunque podemos trabajar con nosotras mismas, no podemos modificar ni transformar las de los demás. Ni aunque seamos las mejores o los mejores manipuladores del mundo.
La gente que peor lo pasa ante las rupturas es la que tiene una escasa tolerancia a la frustración, es decir, gente a la que le cuesta mucho aceptar un “no”, un rechazo, un final. Como el amor no podemos comprarlo, y tampoco podemos mandar u obedecer sobre los sentimientos, las rupturas les generan mucha frustración e impotencia.
También lo pasan muy mal las personas que pasan mucho tiempo pensando e ideando el futuro, o las que se enfrentan al amor como una inversión a largo plazo: yo me entrego a ti y tú a cambio…., yo alimento el amor en nuestra pareja para que…
Y es que los romances y las parejas requieren de nosotras una gran cantidad de energía y tiempo, por eso si en el camino el proyecto se nos cae, sentimos que hemos perdido el tiempo inútilmente, como en cualquier otro proyecto en el que hemos invertido ilusión, recursos y horas de nuestras vidas.
Sin embargo, creo que sufriríamos menos si no considerásemos al amor como un proyecto con objetivos y metas que alcanzar. Para mí es un proceso en el que puedes disfrutar mientras dura, porque el futuro es impredecible y no tenemos ningún control sobre las emociones de las personas a las que amamos. Ni siquiera nosotras sabemos cómo van a ser nuestras propias emociones y sentimientos a mediano o largo plazo, ni podemos asegurar a nadie que jamás vamos a dejar de amarle, porque la vida da muchas vueltas y todo está en permanente cambio. Una cosa es que deseemos amar a la persona con la que estemos hasta el final de nuestras vidas y le juremos amor eterno ante el altar, y otra cosa es la realidad: las promesas románticas son eso, promesas de futuro que hacemos sin saber si realmente podremos amar a esa persona toda nuestra vida.
El proceso de aceptar el final de una relación puede ser muy corto, o muy largo: depende de nosotras, y de las herramientas que tenemos para asumir que las cosas son como son. Una de las técnicas para aprender a aceptar la realidad es disfrutarla en su máximo esplendor: las personas que disfrutan del presente con intensidad lo tienen más fácil para hacer frente a los finales, quizás porque no le piden nada al futuro.
Esta gente que vive el carpe diem también es más generosa para entender que las cosas empiezan y acaban, y por lo tanto agradecen más la oportunidad de vivir cosas bonitas con otra gente aunque sepan que el disfrute va a ser breve (una noche loca, una semana, o diez años…) También la gente que disfruta de su libertad y autonomía sufre menos. Las relaciones de dependencia son más dolorosas, especialmente aquella en la que los amantes se aíslan del mundo y no cultivan sus redes afectivas. Porque las rupturas les arrojan a la soledad completa, y en soledad es más difícil pasar el duelo: necesitamos a los demás siempre, tanto cuando estamos enamoradas, como cuando no lo estamos.
Se pasa mejor la ruptura cuando somos capaces de disfrutar del amor en sí, mientras dura, sin pedirle nada a cambio y sin proyectarlo hacia el futuro. Porque cuanto más mitificamos el amor y la gente, más nos decepcionamos con la vida, y más triste y aburrida nos parece nuestra cotidianidad.
Nuestro mundo está lleno de espejismos, de paraísos, de mitos que nos hacen soñar y navegar por otras realidades, por eso el choque con la realidad nos hace tanto daño, especialmente en la adolescencia, pero también durante nuestra vida de adultas. Cuando la distancia entre la realidad y nuestros deseos es demasiado grande, nuestro cerebro se cortocircuita, y por eso somos víctimas de tremendos sufrimientos psicológicos y emocionales de los que nos cuesta mucho recuperarnos.
Vivimos en una cultura individualista basada en el egoísmo: por eso nos cuesta aceptar que ya no nos quieren, o que no nos quieren como nosotras queremos. Se nos baja la autoestima y nos invaden sentimientos contradictorios y negativos (culpa, pena, rabia, confusión, victimización, desesperanza, desilusión, odio, envidia, deseos de venganza…) que alargan y complican el duelo por una ruptura. Porque supone no solo lidiar con la realidad, sino batallar con nosotras mismas también. Y ahí se nos va mucha energía…
El único modo de liberarnos de este dolor sería trabajar con la generosidad, es decir, ser generosa con la gente para que se sientan libres de acompañarnos un ratito en el camino de la vida, y para que sigan su camino propio cuando lo deseen. No es fácil amar la libertad de los demás, porque en nuestra cultura solo se ensalza la defensa de la libertad propia, especialmente la de los varones. Pero es preciso intentarlo, al menos.
Como no nos enseñan a querernos ni en los principios ni en los finales, solemos creer que el desamor es el inicio del odio. Como no nos enseñan a decir adiós, resolvemos las rupturas con batallas románticas, creyendo que todos los finales tienen que ser trágicos. No sabemos despedirnos tampoco de nuestros seres queridos cuando mueren, ni de las etapas que vivimos, ni de las relaciones que nos hacen felices.
No nos enseñan a lidiar con el sufrimiento ni a resolver los conflictos sin violencia: a nuestra cultura le parece muy romántico que alguien sufra hasta la muerte por amor, por eso se ensalza tanto el suicidio romántico, el sacrificio romántico, y los “crímenes pasionales”. Nos enseñan a adueñarnos de los objetos y las personas a las que amamos, a sentir que son nuestras, y que lo son para siempre, y aprendemos en el camino barbaridades como que podemos castigar a nuestras propiedades si deciden dejarnos, y que es legítimo enojarse y portarse mal con la gente que nos deja de querer. No nos enseñan a aceptar lo positivo de los finales, ni pensarlos como principios de otras cosas, por eso vivimos dramas tremendos y apocalípticos.
Nos hacen creer que somos unos fracasados si no logramos los objetivos que nos proponemos, como si pudiésemos hacer todo lo que nos propongamos en la vida con un poquito de esfuerzo y de tesón (enamorar a alguien o que te toque la lotería no son ejemplos, precisamente, de lo que somos capaces de hacer, pues en absoluto depende de nosotras).
Sufriríamos menos si aprendiésemos desde la infancia que todo cambia permanentemente, que nosotras también cambiamos, que las plantas florecen y se marchitan en un eterno proceso de vida y muerte, que en la vida unas puertas se cierran y otras se abren, y que lo mejor es afrontar los cambios con curiosidad, con valentía, y alegría.
Lo mismo que el amor no dura para siempre, los duelos tampoco. Sabemos que el tiempo todo lo cura, por eso siempre es mejor vivir los duelos cuanto más cortos mejor. Si al final vamos a olvidar y a recuperarnos, mejor que sea pronto y nos ahorramos meses o años de sufrimiento. Es una cuestión de sensatez y sentido práctico: la vida es muy corta para andar con duelos largos e interminables que no nos dejan disfrutar de otras cosas.
En las escuelas no solo nos deberían enseñar a hacer los duelos cortos y a decir adiós con alegría a la gente que amamos, sino también a amar la libertad de los demás para unirse a nosotras en el camino, o para alejarse y seguir el suyo propio. No hay mayor tesoro que saber que cuando alguien nos ama se siente libre, que cuando alguien nos compaña lo hace libremente, que nada le obliga a estar con nosotras y que por eso si está aquí y ahora, es porque realmente lo desea. Y al revés: también es maravilloso poder unirme y separarme cuando yo quiera, sin sentirme coaccionada o atrapada, sin ser castigada cuando ya no deseo acompañar o ser acompañada por mi amante.
Para poder separarnos con amor, tenemos que sacar lo mejor de nosotras mismas: terminar las relaciones con un inmenso abrazo de agradecimiento por el tiempo que hemos pasado juntos, y ahorrarnos el drama infernal en el que se convierten generalmente las despedidas románticas. Las rupturas cariñosas tienen la ventaja de que si terminamos bien una relación, es más fácil mirar con optimismo hacia delante.
Separándonos con amor, además, podremos disfrutar de otra manera de esa persona que ya no es nuestra pareja, pero a la que queremos porque hemos compartido muchos momentos hermosos. De hecho, yo creo que cuando has amado intensamente a alguien, puedes seguir queriéndole el tiempo que quieras, aunque cada uno escoja caminos muy distintos. Al fin y al cabo, ni la distancia ni la muerte nos impiden seguir queriendo a alguien para toda la vida. El romanticismo es otra cosa, y puede ser eliminado para construir una relación de cariño y amistad. Sólo hay que trabajárselo un poquito, y ser realistas en nuestra forma de entender y practicar el amor.
Si nos separamos con amor, además, la sensación de pérdida no es tan tremenda: una cosa es romper una relación sentimental con alguien, y otra cosa es no volver a verla jamás, sin duda mucho más doloroso que lo primero. Podemos seguir disfrutando de la gente aunque ya no nos amen pasionalmente, y construir un nuevo tipo de relación basado en la amistad o el compañerismo. Cuando dejamos irse a los demás sin asediarlos con batallas de odio, es más fácil quererse bien para toda la vida, sin las complicaciones de la vinculación romántica.
Porque aunque el amor romántico no dura para siempre, puede transformarse, reciclarse, mutar y convertirse en una relación bonita. Y también puede, sencillamente, apagarse, sin más. Y no pasa nada.
Sólo hay que saber cuándo es el momento de romper (para no hacerse daño mutuamente, para no sufrir inútilmente), quedarse con la maravilla de haberlo podido vivir bonito mientras ha durado, y pedir ayuda para superar el duelo, porque solas no podemos. Dejar ir a la persona que amamos suena muy lindo, pero no es nada fácil: necesitamos herramientas para superar el apego y para trabajarnos los cientos de miedos que nos poseen cuando termina una etapa de nuestras vidas (miedo a no enamorarnos de nuevo jamás, a que nadie se enamore de nosotras, a que no podamos vivir sin nuestro ser amado aunque lo intentemos…).
Para poder construir herramientas, necesitamos (aunque nos cueste mucho) pedir ayuda en nuestro entorno o a profesionales que nos guíen en el duelo, porque nadie nos enseñó a gestionar las rupturas cuando éramos niñas. Los duelos se pasan siempre mejor en compañía que a solas: con más mujeres podemos empoderarnos y desaprender colectivamente, aprender a hacer autocrítica amorosa, aprender a querernos más a nosotras mismas, a disfrutar de la soltería, a distinguir y valorar lo que es importante en la vida, y lo que no lo es. Es más fácil trabajarse lo romántico con compañeras diversas con las que poder hablar, sentirnos escuchadas sin miedo a ser juzgadas.
Solas no podemos: no somos super mujeres, somos personas de carne y hueso. Por eso es tan enriquecedor juntarse para trabajarse lo romántico, para compartir duelos, para acortarlos, para regarlos de risas y humor. Para escuchar otros puntos de vista, aprender a reírnos de nosotras mismas, o concedernos otra oportunidad para ser felices…
Y es que, como decía mi abuela, no hay mal que por bien no venga, y mejor soltera que mal acompañada. Como dice mi madre, no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Como decía Mercedes Sosa, todo cambia, y como dijo Chavela Vargas, nadie muere de amor, ni por exceso, ni por defecto. Afortunadamente.
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miércoles, 11 de marzo de 2015

EKOFEMINISMOA: Mundu justu eta jasangarri baterantz

           

Yayo Herrero: Propuestas ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible



    

Yayo Herrero, de Ecologistas en Acción y FUHEM, habla sobre: "Propuestas ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible"
Esta ponencia se enmarca en el curso "Transiciones a la sustentabilidad: alternativas socioecológicas" dirigido por Jorge Riechmann y coorganizado por FUHEM Ecosocial, Ecodes, Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) y FYL, y se inscribe dentro del programa de Cursos de Verano de la Universidad Autónoma de Madrid

martes, 10 de marzo de 2015

Mugimendu feministaren historioa-Historia del movimiento feminista

Fondo de armario para una biblioteca feminista           

Repasamos la historia del movimiento, de Wollstonecraft a Beatriz Preciado, porque como dijo alguien, “qué diferente hubiera sido la historia de las mujeres si no hubiese sido escrita por hombres"

/ Lo que diga Alison BechdelLo que diga Alison Bechdel

El movimiento feminista ha recorrido un largo camino. Desde la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, escrito en 1791 como respuesta a la Declaración de los Derechos de los Hombres y del Ciudadano que excluía a la mitad de la población hasta el nuevo feminismo combativo de Caitlin Moran o Pussy Riot, se ha analizado desde todos los ángulos el comportamiento de las mujeres contra los corsés de lo “correcto”, lo apropiado y lo imposible.
La historia de las mujeres es necesariamente radical, no sólo por su resistencia a la norma y su politización de lo doméstico y de lo íntimo sino porque es una historia alternativa a la historia: como dijo alguien, “qué diferente hubiera sido la historia de las mujeres si no hubiese sido escrita por hombres". Aquí recogemos algunos de los libros que podemos considerar imprescindibles para comprender la historia y evolución del feminismo, el momento en el que se encuentra ahora y su motivo de lucha actual.
Olympe de Gouges, el cómicOlympe de Gouges, el cómic
Los textos fundacionales
Hablando de hegemonía, fue durante la Revolución Francesa que se redactó laDeclaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, un título donde no cabe una arroba. Como respuesta, Olympe de Gouges redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), uno de los primeros documentos históricos que aboga por la emancipación de la mujer y pide la igualdad de derechos y mismo tratamiento legal y jurídico tanto para hombres como para mujeres.
Posiblemente le sirvió de inspiración a la famosa Vindicación de los Derechos de la Mujer(1792) de Mary Wollstonecraft, para quien "el matrimonio no se considerará nunca sagrado hasta que las mujeres, educándose junto con los hombres, no estén preparadas para ser sus compañeras, en lugar de ser únicamente sus amantes".
Sobre legislación, Reforma o Revolución de la gran Rosa Luxemburgo sigue siendo un libro clave para entender que el feminismo es también una lucha de clases, y tampoco hay que olvidar la contribución de Clara Campoamor y Federica Montseny al marco legislativo. Las dos escribieron regulación pionera en torno a los derechos de la mujer, incluyendo el derecho al aborto. Y, con cierta inclinación por la ironía, podríamos incluir el Manual de socialismo y capitalismo para mujeres inteligentes de George Bernard Shaw para navegar las aguas políticas actuales que, como todo lo nuevo, tiene al menos una reencarnación anterior. Porque el sistema capitalista aplasta a la mujer y no se puede conseguir una sociedad igualitaria y feminista si dejamos que esta estructura social, económica y política rija nuestras vidas.
Un regalo más ligero para no iniciadas: Olympe de Gougees una novela gráfica de Catel Muller y Jose-Louis Bocquet.
Gloria Steinem te lo dice bien clarito
Gloria Steinem te lo dice bien clarito

Segunda ola: Lo personal es político

El segundo sexo (1949) se preguntaba por primera vez algo que en su momento parecía exótico pero tocó tecla con las señoras: ¿Qué significa exactamente ser mujer? Simone de Beauvoir reflexiona sobre las construcciones de género: somos mujeres ¿porque nacemos mujeres o por qué nos construyen mujeres? La francesa plantea que la mujer debe reconstruir su identidad propia, lejos de lo que quieren los demás que seamos.
Inspirada por este libro, Betty Friedan escribe La mística de la femineidad en 1963, un análisis sociológico del retrato mediático que hacen las revistas femeninas de la mujer ideal. Friedan descubre que, en la generación posterior a la victoria sufragista, las revistas dejan de celebrar a la mujer independiente con carrera y profesión para centrar la felicidad femenina en la consecución de otros valores: el marido rico, la figura esbelta, la ropa cara, la cocina moderna y dos niños perfectos. Como consecuencia, las mujeres pueden ir a la universidad pero lo hacen para encontrar marido. En este orden de cosas, sólo "las feas" consiguen acabar la carrera, embarcándose en una vida yerma y carente de afecto. Así nace la vampírica "mujer de carrera" que intenta robarle el marido a sus dulces congéneres.

La revolución de la Política sexual

Decían que la televisión acabaría con la cultura pero, como hoy ya sabemos, lo que trajo fue la guerra, dejando que libros radicales llegaran a las masas gracias a tres amazonas de carisma peculiar. En   Política SexualKate Millet argumenta que lo político afecta a lo personal y, por ende, a las relaciones sexuales. El libro ahonda en cómo las estructuras del sistema patriarcal afectan también a las estructuras existentes en cualquier relación, y encuentra sus ejemplos en el cánon literario: D.H. Lawrence, Henry Miller, Norman Mailer y -contra el canon- Jean Genet.
El famoso Intercourse (coito) de Andrea Dworkin declara que, en una sociedad en la que todo está estructurado para que las mujeres estén subordinadas a los hombres, el sexo es sólo otra pieza más para perpetuar esta subordinación. Este argumento, y su lucha particular contra la recién llegada industria pornográfica, fue reducido a una de sus frases más desafortunadas, "Toda penetración es violación”, dejando así en un segundo plano el verdadero debate. Que incluye, por cierto, el derecho al aborto, el acceso a los anticonceptivos y las expectativas de cuidados en torno a la maternidad, la vejez y la enfermedad, debate liderado por la vaca sagrada Gloria Steinem.
Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna cierra el círculo de Betty Friedan. Donde ésta señalaba la reacción mediática contra el movimiento sufragista, Faludi detecta el mismo proceso en los años 90, cuando los medios y el cine manufacturan un sinfin de estereotipos negativos contra "la mujer de carrera" (¿se acuerdan de Glenn Close en Atracción Fatal?). Años más tarde llega su heredera pop con Female Chauvinist Pigs: Women and the Rise of Raunch Culture de Ariel Levy, donde habla del síndrome de abeja reina, esas mujeres que todos conocemos cuya práctica habitual incluye reforzar las estructuras patriarcales para ser la única mujer poderosa en su entorno, poniéndole la zancadilla a todas las demás. En todas las empresas hay una, todo el mundo sabe quién es.
Hadalay, la bella sin alma (o qué)
Hadalay, la bella sin alma (o qué)

Queer y Cyberfeminismo: la anatomía no es identidad

Desde que un psicólogo neozelandés llamado John William Money se inventara la palabra género en 1947, la parte más radical del movimiento ha trabajado para separar la identidad sexual de la anatomía. El movimiento Queer estalla en Francia y en Estados Unidos en los 90, en plena crisis del sida, y rechaza las categorías de control de lo privado como "homosexual", "gay" y "lesbiana" y la psiquiatrización de las preferencias identitarias, íntimas y sexuales para reclamar la identidad sexual independiente a la ley, la sociedad y la familia.
Entre las más interesantes están la fundadora Judith Butler y la propia Beatriz Preciado, sin duda uno de los cerebros más interesantes del ensayo en español, aunque ninguneada -precisamente- por la elección de sus temas. En Cuerpos Que Importan, Butler coge la Historia de la sexualidad de Foucault y se la lleva al feminismo, con resultados electrizantes. Y en su Manifiesto contra-sexual, Preciado teje un sólido manifiesto contra los prejuicios sexuales, enlazando la producción tecnológica y farmacológica con la imposición de identidades convenientes basadas en lo físico, lo social y lo tecnopolítico. Más ligero pero no menos interesante, hay que leerse los comics de Alison Bechdel, desde su obra maestra Fun Home, hasta la reedición de su famosa tira cómica, Lo indispensable de unas lesbianas de cuidado.
Variante de la misma semilla y entretejido con esta, el movimiento Cyberfeminista explotó en los 90 con dos textos: Un manifiesto cyborg: ciencia, tecnología, y feminismo socialista a finales del siglo XX de la "feminista, más laxamente neomarxista y postmodernista" Donna Haraway y Ceros y Unos de Sadie Plant, un ensayo que sólo podía envejecer mal (como todos los hijos de su época, como Matrix) pero que reclamó el lugar de las mujeres en el desarrollo científico y desenterró a la santa del movimiento: Ada Lovelace, hija del poeta Lord Byron, madre del lenguaje de programación.
Caitlin Moran: How to be a woman
Caitlin Moran: How to be a woman

Tercera Ola: Tetas y cerebro

Para empezar, un regalo para aquellos que declaran que el feminismo ya no tiene sentido porque las mujeres han conseguido el reconocimiento, la emancipación y el derecho al aborto que tanto ansiaban y sólo les queda ganarse t odo lo demás. Manifesta: Young Women, Feminism and the Future , de Jennifer Baumgardner y Amy Richard explica por qué el feminismo no ha muerto, cómo se entiende en el siglo XXI y cuáles son sus luchas, que son muchas y variadas. En la misma línea, El Futuro del Feminismo de Sylvia Walby desmonta los argumentos por la defunción y/o irrelevancia del movimiento, recordando lo mucho que nos queda para alcanzar algo parecido a una igualdad de oportunidades.
Aclarado esto, vamos con las chicas. Aunque no lo parezcan, son herederas de Beauvoir y plantean nuevos modelos de ser mujer en un mundo falsamente lleno de posibilidades. No soy ese tipo de chica, de Lena Dunham y Cómo ser mujer, de Caitlin Moran no dan lecciones de cómo son o deben ser las mujeres. Se dedican a escribir lo que les atormenta, les apasiona, cuáles son sueños y qué obstáculos han encontrado en su camino para conseguirlos. Y asuntos de importancia severa: cómo nos relacionamos las mujeres con nuestro cuerpo. Y con la comida. Y con los hombres, las amigas y la familia.
Es el fenómeno  Tits and wits” (tetas y cerebro): se puede ser mujer, apasionada de la moda, independiente, inteligente y emprendedora y también tener tetas. Funcionan por el mismo motivo por el que funcionó su antepasada francesa; porque refleja las dudas, los miedos y las posibilidades de su generación.
Muy contra esto
Muy contra esto

Quita de allá esas estrellas

¿Por qué nos enamoramos de gente que no nos merece? ¿Qué nos hace renunciar a cosas por amor? La socióloga Eva Illouz se ganó el cielo con Por qué duele el amordonde analiza los atributos de valor que otorgamos a la adoración ajena y que desaparecen con la ruptura, con el consiguiente dolor espantoso . en El consumo de la utopía romántica, se dedica a desmontar los mitos del amor romántico, incluyendo lugares comunes como el beso bajo la lluvia. En el mismo género, la Crítica del pensamiento amoroso, de Mari Luz Esteban, explica cómo nuestra forma de entender el amor afecta a los comportamientos y relaciones que tenemos con todo lo demás, ya sean relaciones de amor, de clase social o de etnia. Esto afecta a la construcción de identidades y, por tanto, de sujetos.
Finalmente, en La construcción socio-cultural del amor románticoCoral Herrera disecciona las emociones, preguntándose si se tratan de un fenómeno biológico o una construcción social. Herrera hace una reflexión de cómo las emociones están predeterminadas por mitos, relatos y estereotipos que hemos ido interiorizando poco a poco hasta que los hemos asumido cómo algo innato.

Economías radikales

Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria de Silvia Federici (2004) es uno de los textos estrella de los últimos años. Profesora en la Hofstra University de Nueva York, Federici ofrece una revisión historica de Marx y del capitalismo desde una perspectiva feminista. Entre otras cosas, el libro enlaza la famosa caza de brujas con la usurpación de bienes a mujeres por parte de la Iglesia. No es casual que haya más brujas en aquellos lugares donde una mujer puede heredar legalmente bienes familiares- como Euskadi- y por tanto acumular tierras o casas sin necesidad de casarse. De aquí el mito de la bruja que vive sola en una casa en mitad del bosque.
Con idéntico espíritu -y no en vano en la misma editorial- Amaia Orozco propone una  Subversión feminista de la economía, donde se establece el género como "una variable clave que atraviesa el sistema socioeconómico, es decir, no es un elemento adicional, sino que las relaciones de género y desigualdad son un un eje estructural del sistema, el capitalismo es un capitalismo heteropatriarcal." ¡No olvides leer nuestra entrevista!
Finalmente, un libro radical sobre una economía muy sumergida: en Dónde está mi tribu, Carolina León reflexiona sobre la maternidad y la crianza, con especial y doloroso énfasis en el asunto de la lactancia y la borrosa raya que separa la responsabilidad de una madre de la prisión.
Atención: las bellas ninfas de Waterhouse no son de fiar
Atención: las bellas ninfas de Waterhouse no son de fiar

Brujas: Manifiestos literarios

Si hay un precedente -y olvidamos la Antígona de Sófocles porque la escribe un señor- tendrá que ser Cristina de Pizán y La Ciudad de las Damas (1405). En el contexto de la "Querella de las Mujeres", un debate teológico sobre la supuesta inferioridad del sexo femenino, Pizán imagina una ciudad medieval diseñada y habitada por mujeres, arropada por el renacentismo y amurallada contra el patriarcado bruto, chovinista y apestoso de ahí fuera.
Seis siglos más tarde, en Una habitación propia (1929), Virginia Woolf interviene juiciosamente en lo doméstico para ofrecer "una opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas". Y donde la mujer -aunque no sea escritora- pueda ser ella misma, con sus extrañezas y sin interrupciones.
Más impactante -aún hoy o, quizá, sobre todo hoy, es la relectura que hace Jean Rhys de Jane Eyre. En Ancho mar de los sargazos (1960) Rhys literalmentehackea a la vaca sagrada de Charlotte Brontë, recreando la biografía de un personaje aparentemente secundario: la primera mujer del señor Rochester, que vive encerrada y oculta en el ático de su siniestra mansión victoriana. Reivindicación postcolonial donde las haya, manifiesto feminista atemporal, es imposible volver a leer a Brontë -o cualquier literatura decimonónica- de la misma manera. Eso sin mencionar lo maravillosamente escrito que está.
Claramente inspiradas en esta corta pero impactante novela, las académicas Sandra Gilbert y Susan Gubar publican La loca del desván: escritoras y la imaginación literaria del siglo XIX en 1979, cuya intención y contenido se explica por sí misma. Como complemento, dos estudios sobre el origen del mito de la "mujer fatal": Ídolos de perversidad: la imagen de la mujer en la cultura de fin de siglo, de Bram Dijkstra y Las hijas de Lilith, de Erika Bornay.
En estos dos libros imprescindibles se explica cómo el movimiento de demonización literal de las mujeres corre paralelo al de su proceso de emancipación, desde su papel en la Revolución Francesa hasta su incorporación al mercado laboral. El arte y la literatura decadentista se llena de vampiras, gorgonas, serpientes y sirenas, que se anteponen a la dulce criatura doméstica con sus insaciables apetitos sexuales y sus rituales demoníacos. Para una lectura más moderna de rol de la mujer en el arte, la literatura y la política, recomendamos leer cualquier cosa de la brillante y viperina Camille Paglia, estrella de los 90, hoy injustamente olvidada pero más necesaria que nunca.

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