miércoles, 30 de julio de 2014

MENORES ESCLAVAS DEL TURISMO SEXUAL

Se venden niñas vírgenes para las vacaciones en Egipto de millonarios del Golfo   

 

Mariam nunca imaginó que el día de su boda terminaría convirtiéndose en una víctima del turismo sexual, que su familia la vendería a un hombre de 60 años a cambio de un puñado de billetes. Su padre, un jornalero analfabeto oriundo de un pueblo al sur de El Cairo, apenas ganaba lo suficiente para afrontar la manutención de su prole y ni ella, de 14 años, ni sus cinco hermanos acudían con frecuencia a la escuela.
Comenzaba el verano cuando la madre de Mariam recibió la visita de una vecina, quien le comentó que un hombre de Arabia Saudí buscaba una niña virgen para casarse. A cambio, la familia recibiría 5.000 libras egipcias (535 euros) y la intermediaria, 1.500 (150 euros). A los pocos días, el supuesto pretendiente, un adinerado doctor saudí de 60 años, se presentó en su casa. El encuentro concluyó con la firma del contrato matrimonial. Los padres, analfabetos, no pudieron comprender los detalles del acuerdo y sellaron el trato con sus huellas dactilares.

Una vez casados, Mariam y su nuevo marido se mudaron a un lujoso apartamento en un barrio de la capital. Pero, cuando terminó el verano, el saudí devolvió a la menor a casa de sus padres; les aseguró que la seguiría visitando, pero que sólo podría hacerlo durante los meses de vacaciones. Era mentira. El siguiente verano Mariam volvió a su casa con los papeles del divorcio. Nunca más volvieron a ver a aquel hombre rico de Arabia Saudí.

Matrimonios de verano

Este fenómeno parece haberse extendido en las zonas rurales de Egipto, como Hawamdeya, Fayum, Badrashein o Abu Al Nomros. Las familias pobres pactan bodas temporales para casar a sus jóvenes hijas, normalmente de entre 13 a 18 años, con hombres pudientes de países del Golfo. La mayoría de ellos proviene de Arabia Saudí, aunque también hay turistas de Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Jordania, Kuwait, Libia y Yemen.
Los precios varían entre 3.000 libras egipcias (320 euros) y 60.000 (6.500 euros). Como cuenta Hasna, una mujer que vendió a su hija de 14 años, la cantidad depende de lo joven, blanca, virgen e inocente que es la niña.

“El agente intermediario juega el rol principal. Taxistas o abogados del pueblo, generalmente acompañados por una mujer, son quienes convencen a las familias con hijas en edades tempranas”, explica a El Confidencial Lamia Loftey, quien realizó un estudio sobre el fenómeno para la ONG Nueva Fundación para las Mujeres (New Women Foundation).
Una niña pasa ante un mural en los alrededores de la Plaza Tahrir, en El Cairo (Reuters).
El tipo de contrato es el propio de los matrimonios urfiun enlace no oficial pero legítimo desde el punto de vista religioso y aceptado por el islam. “La duración varía, según las exigencias del cliente y sus vacaciones, desde una semana hasta dos meses”, cuenta Loftey. Además, el acuerdo no ofrece ninguna garantía legal para las menores: cuando se quedan embarazadas no pueden exigir una manutención económica ni registrar al bebé con el apellido del padre.

El matrimonio infantil es una práctica habitual en Egipto. Según un estudio publicado por la ONG Nadim (Nadim Center for Rehabilitation of Victims of Violence), un 26% de las mujeres se ha casado con menos de 18 años, y el 10%, con menos de 15.
Comenzaba el verano cuando la madre de Mariam recibió la visita de una vecina, quien le comentó que un hombre de Arabia Saudí buscaba una niña virgen para casarse. A cambio, la familia recibiría 535 euros. A los pocos días, un adinerado doctor saudí de 60 años se presentó en su casa

 En zonas pobres como Hawamdeya, un pueblo en el sur de El Cairo, elmatrimonio temporal con extranjeros se presenta como una fuente de ingresos y una oportunidad para emancipar a un miembro de la familia. Según el Consejo Nacional para la Infancia y la Maternidad (National Council for Childhood and Motherhood), el 23% de su población no sabe leer ni escribir y la media de ingresos no supera las 655 libras al mes (70 euros).

“Mi hija tiene sólo 12 años, pero ya he recibido varias ofertas por ella”, asegura a El Confidencial una vecina de Hawamdeya que no quiere revelar su identidad. “Todos conocemos el procedimiento, pero aunque somos pobres, no quiero ese futuro para mis hijas. Sé que las chicas quedan destrozadas y socialmente supone un estigma para la familia”.

“Cada verano la mayoría de las jóvenes desaparecen”, cuenta a este diario Suzan Ahmed, una trabajadora social del Ayuntamiento de Hawamdeya. “En la fábrica del pueblo, durante los meses de julio y agosto, las trabajadoras se ausentan, es habitual verlas por el pueblo vestidas con ropa cara y en coches lujosos”.
En ocasiones, el problema sale a la luz cuando las jóvenes se quedan embarazadas. “Al no tener un contrato legal no pueden registrar a los hijos”, comenta Suzan. “Los traen para vacunarlos, pero no tienen el certificado de nacimiento. Un embarazo con menos de 18 años es ilegal, así que acaban perdiendo los derechos del bebé”. Algunas de ellas intentan registrarlos con el nombre del tío o del abuelo; otras contraen matrimonio con un egipcio para registrar el niño con su apellido.




El estigma de casarse por dinero

El fenómeno parece haberse extendido en las zonas rurales de Egipto. Las familias pobres pactan casar a sus jóvenes hijas con hombres pudientes de países del Golfo. Los precios varían desde 320 a 6.500 euros. La cantidad depende de lo joven, blanca, virgen e inocente que es la niña

Cuando los clientes del Golfo desaparecen, las chicas afrontan un duro proceso de reinserción. Ninguna puede continuar con su educación y muchas sufren los daños físicos de un embarazo adolescente. “Durante los meses de matrimonio también reciben maltratos físicos”, cuenta Ashraf Abdeimonem, director de proyecto de ACT, una ONG que trabaja contra el tráfico de personas. “Incluso algunas son víctimas de la explotación. Hemos visto casos en los que hombres de Yemen se las llevan a sus países para que trabajen como esclavas domésticas. Allí descubren que su nuevo marido está casado con otras mujeres y tienen que trabajar de sirvientas para ellas”.

El tipo de relación sexual también provoca daños psicológicos. La mayor parte de ellas son vírgenes, y sus nuevos maridos les obligan a cometer prácticas sexuales que van en contra de su religión.


“Estamos hablando de prostitución infantil encubierta”


“Estamos hablando de prostitución infantil encubierta”, dice a El Confidencial Azza AlAshmawy, la directora del Consejo Nacional para la Infancia y la Maternidad. “Hay niñas que se han casado hasta 60 veces antes de cumplir los 18 años”.Azza asegura que el fenómeno está aumentando. La inestabilidad que sacude Egipto en los últimos meses ha impedido que el Consejo pudiera llevar a cabo su campaña de sensibilización.

Además, desde la revolución de 2011, la pobreza en este tipo de áreas ha aumentado, lo que obliga a muchas familias a recurrir a esta práctica para conseguir dinero.
“Estamos intentando mejorar la ley del menor para criminalizar a los intermediarios y a los padres”, dice Azza, consciente de que en un país como Egipto, donde la tradición suple los vacíos legales, la venta de menores es difícil de identificar. Los contratos matrimoniales no oficiales son aceptados socialmente y, en la firma de los documentos, el precio de la niña queda estipulado como el pago de la dote.

   
 Fuente: El confidencial. Pilar Cebrián - El Cairo

lunes, 21 de julio de 2014

Emakumeen eskubideak

Un día como hoy en 1848, se celebró la primera convención sobre derechos de la mujer

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Jane Hunt, Lucretia Mott, Martha Wright, Mary Ann McClintock y Elizabeth Cady Stanton,  fueron las pioneras en organizar la primera convención sobre los derechos de la mujer en Seneca Falls, Nueva York los días 19 y 20 de julio de 1848. La idea empezó el 13 de julio de 1848, en una reunión social auspiciada por la activista Jane Hunt que se convirtió en el catalizador del movimiento de los derechos de la mujer.
Las invitadas de Hunt, Lucretia, Martha, Mary y Elizabeth, mientras tomaban té, discutían los impedimentos impuestos a las mujeres – no tener derecho al voto, no poder ser dueñas de propiedad, tener pocas alternativas sociales e intelectuales, ellas  decidieron que querían cambiar esto. Al final de la reunión, las cinco mujeres organizaron la primera convención sobre los derechos de la mujer en Seneca Falls, escribieron un anuncio en el periódico Seneca County Courier, el mensajero del Condado de Séneca anunció que el miércoles y jueves siguientes (julio 19 y 20, 1848) se llevaría a cabo "la convención para discutir la condición y los derechos sociales, civiles y religiosos de las mujeres".

El 19 de julio de 1848, muchas personas se reunieron en la capilla Wesleyan en Seneca Falls, Nueva York. Estas personas participaron en un evento histórico de dos días que lanzó el movimiento de los derechos de la mujer convirtiéndolo en una batalla nacional por la igualdad.

Aunque a la convención solamente se esperaban mujeres, a los hombres no se les negó entrada. Como resultado, 42 hombres participaron en la asamblea de 300 miembros. James Mott, un defensor de los derechos de la mujer y esposo de una de las conferenciantes del día, Lucretia Mott, ayudó a dirigir el evento.

Susan B. Anthony, en ese primer día, además del discurso de Lucretia Mott, Elizabeth Cady Stanton leyó su Declaración de Sentimientos, escrita simbólicamente de la Declaración de la Independencia; Declaración de Sentimientos convención en Seneca Falls Nueva York, 1848:

“Mantenemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres y mujeres son creados iguales; que están dotados por el Creador con ciertos derechos inalienables, que entre estos está la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados. Siempre que cualquier forma de gobierno se haga destructora de estos fines, es el derecho de los que la padecen a rechazar la lealtad a la misma, y para insistir en el establecimiento de un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, ya organizar sus poderes en tal forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad...”

En el segundo día, 20 de julio, el abolicionista Frederick Douglass presentó un discurso poderoso que unió dos causas: abolir la esclavitud y luchar por los derechos de la mujer. En ese mismo día, la Convención también votó en la Declaración de Sentimientos. Sesenta y ocho mujeres y treinta y dos hombres firmaron el documento certificando el inicio oficial del movimiento de los derechos de la mujer.

En el  texto del documento se reemplazaba el "Rey Jorge" con "todos los hombres" al ser el agente que oprimía a las mujeres, y recopila una lista conveniente de quejas, así como los colonizadores hicieron en la Declaración de la Independencia. Estas quejas reflejaron las graves limitaciones en los derechos legales de las mujeres en los Estados Unidos en ese momento: las mujeres no podían votar; no podrían participar en la creación de las leyes que ellas tenían que obedecer; su propiedad era tasada. Además, en el caso relativamente excepcional de un divorcio, la custodia de niños era concedida automáticamente al padre; el acceso a las profesiones y la educación superior estaba cerrado generalmente a las mujeres, y la mayor parte de las iglesias impedían a las mujeres participar públicamente en el ministerio u otras posiciones de la autoridad.

Un punto importante en la declaración es la aplicación consecuente del principio de legitimidad política, algunas de las presentes hicieron suyo el principio de "no taxation without representation", heredado de la revolución americana, que animaba a no pagar impuestos mientras que las mujeres no pudiesen votar.

Antecedentes:

En los 1840, los Estados Unidos vivieron un cambio cultural y económico. En los años entre la Revolución y la Convención Constitucional, las fronteras geográficas de la nación y la población se duplicaron, la población se había concentrado apreciablemente hacia el oeste. No todos los norteamericanos dieron la bienvenida a estos cambios. En un esfuerzo por recobrar un sentido de la comunidad y control sobre su futuro y el de la nación, los norteamericanos, especialmente las mujeres, formaron y unieron para reformar el país. La Convención de Séneca Falls forma parte de este período de grandes de movimientos sociales y de reforma.

Las reformas religiosas de la época, especialmente en el entorno de los cuáqueros, van a otorgar por primera vez un papel a la mujer en los oficios religiosos y en la caridad. Se refuta el dogma de la predestinación y se empiezan a ver como algo más habitual las intervenciones femeninas en aspectos marginales de la vida pública, como por ejemplo las lecturas de las sagradas escrituras.

En 1834 se fundó la Sociedad Reformista Femenina Neoyorquina, presidida por Lydia Finney. Procuró mantener a mujeres fuera del trabajo sexual. Otras líderes, como Dorothea Dix, enfocaron sus energías en la reforma de la prisión en la década de 1830. Durante este tiempo surgió el rol de las mujeres como educadoras. Catherine Beecher fundó varias academias para mujeres. Finalmente, el movimiento abolicionista otorgó a las mujeres otra oportunidad de liarse fuera de la esfera doméstica.
                                                                 

viernes, 18 de julio de 2014

NO es NO


PENADAS POR LA LEY "No es No" Videoclip





Videoclip de la canción "No es No" del nuevo disco de Penadas por la Ley "Hirugarrena" (el tercero). Dirigido por Alba Koala Rabioso
Disponible a partir de septiembre.
https://www.facebook.com/penadasporla...
https://twitter.com/PENADASPORLALE